¿HELADO DE PAPAS?,
Satomi Ichikawa (texto e ilustraciones),
Barcelona, Editorial Corimbo, 2009,
Cartoné, 21 x 26,5 cm. 40 págs., 12 €.
A partir de 5 años
Por José R. Cortés Criado, especialista en Literatura Infantil y Juvenil
Estamos ante un álbum ilustrado que me recuerda los cuentos de mi infancia, son dibujos muy elaborados, que muestran su forma tridimensional, pues están perfectamente dibujados y sombreados. Muestran una gran riqueza cromática, si bien los tonos están algo matizados con el color gris, que dotan las ilustraciones de belleza y encanto de cuento antiguo, alejado de los dibujos planos y de colores primarios que abundan en numerosos álbumes actuales.
Este cuento narra la dura vida de una familia andina. Lucho, el niño protagonista, es hijo de una familia dedicada a la cría de alpacas. A través del texto y, especialmente, de las ilustraciones se conocen aspectos de la vida diaria de estos habitantes de las alturas. También se puede observar el interior de las viviendas
El pastoreo, el cuidado de las alpacas, el secado de sus excrementos que servirán para encender el fuego, -dada la carencia de luz, electricidad y madera en su pueblo-, el consumo de papas a todas horas por ser el principal alimento que se obtiene de la tierra, la labor desempeñada por toda la familia a la hora de llevar a cabo las tareas agrícolas…
Una noche el padre del protagonista echó en falta una alpaca, Ritti, y su cría, Pocoyo, cuando recogió el ganado; toda la familia salió a buscarla, encontraron a la madre que no se separaba de una grieta en la ladera porque en su interior se encontraba su cría.
Lucho, como era el más pequeño, descendió amarrado a una cuerda para rescatarla, desde entonces la mamá alpaca se comunica con el niño, al que le da las gracias por salvar a su pequeña, y éste le cuenta un sueño maravilloso, comía un helado, cosa que probó una vez en una fiesta.
La mamá alpaca le dice que podrá volver a probarlo porque allí está todo cuanto necesita: papas dulces, hielo de las montañas y leche de alpaca, sólo le falta azúcar, que encargará a su padre cuando se dirija al pueblo para comprar alimentos.
A lo largo del relato, además de la información sobre la forma de vida de esta familia andina, podemos leer que Inti es el dios del sol, y que Apus es la montaña más alta es otro dios que vela por ellos. Cierra el libro una carta manuscrita del protagonista que nos invita a comer helado de papas y leche de alpaca en su casa en las montañas de los Andes.
La editorial Corimbo apuesta en esta ocasión por un cuento de apariencia tradicional, con bellas ilustraciones que recuerdan cuadros costumbristas, para acercarnos a otra cultura lejana en el espacio, del que disfrutarán grandes y pequeños, pues la calidad no entiende de edades.
La portada del libro es muy graciosa, se ve a los protagonistas, el niño, con la cara de extrañeza al oír de la alpaca, que sonríe, la receta del helado de papas, sobre un fondo azul del cielo andino.
El autor
Satomi Ichikawa (texto e ilustraciones),
Barcelona, Editorial Corimbo, 2009,
Cartoné, 21 x 26,5 cm. 40 págs., 12 €.
A partir de 5 años
Por José R. Cortés Criado, especialista en Literatura Infantil y Juvenil
Estamos ante un álbum ilustrado que me recuerda los cuentos de mi infancia, son dibujos muy elaborados, que muestran su forma tridimensional, pues están perfectamente dibujados y sombreados. Muestran una gran riqueza cromática, si bien los tonos están algo matizados con el color gris, que dotan las ilustraciones de belleza y encanto de cuento antiguo, alejado de los dibujos planos y de colores primarios que abundan en numerosos álbumes actuales.
Este cuento narra la dura vida de una familia andina. Lucho, el niño protagonista, es hijo de una familia dedicada a la cría de alpacas. A través del texto y, especialmente, de las ilustraciones se conocen aspectos de la vida diaria de estos habitantes de las alturas. También se puede observar el interior de las viviendas
El pastoreo, el cuidado de las alpacas, el secado de sus excrementos que servirán para encender el fuego, -dada la carencia de luz, electricidad y madera en su pueblo-, el consumo de papas a todas horas por ser el principal alimento que se obtiene de la tierra, la labor desempeñada por toda la familia a la hora de llevar a cabo las tareas agrícolas…
Una noche el padre del protagonista echó en falta una alpaca, Ritti, y su cría, Pocoyo, cuando recogió el ganado; toda la familia salió a buscarla, encontraron a la madre que no se separaba de una grieta en la ladera porque en su interior se encontraba su cría.
Lucho, como era el más pequeño, descendió amarrado a una cuerda para rescatarla, desde entonces la mamá alpaca se comunica con el niño, al que le da las gracias por salvar a su pequeña, y éste le cuenta un sueño maravilloso, comía un helado, cosa que probó una vez en una fiesta.
La mamá alpaca le dice que podrá volver a probarlo porque allí está todo cuanto necesita: papas dulces, hielo de las montañas y leche de alpaca, sólo le falta azúcar, que encargará a su padre cuando se dirija al pueblo para comprar alimentos.
A lo largo del relato, además de la información sobre la forma de vida de esta familia andina, podemos leer que Inti es el dios del sol, y que Apus es la montaña más alta es otro dios que vela por ellos. Cierra el libro una carta manuscrita del protagonista que nos invita a comer helado de papas y leche de alpaca en su casa en las montañas de los Andes.
La editorial Corimbo apuesta en esta ocasión por un cuento de apariencia tradicional, con bellas ilustraciones que recuerdan cuadros costumbristas, para acercarnos a otra cultura lejana en el espacio, del que disfrutarán grandes y pequeños, pues la calidad no entiende de edades.
La portada del libro es muy graciosa, se ve a los protagonistas, el niño, con la cara de extrañeza al oír de la alpaca, que sonríe, la receta del helado de papas, sobre un fondo azul del cielo andino.
El autor
Satomi Ichikawa llega a París en los años setenta y decide quedarse como sea. No sabía que su vocación era el dibujo. La revelación le vino ante un libro ilustrado por el pintor Maurice Boubet de Monvel que vio en el escaparate de una librería. Sin haber tomado jamás una lección se pone a dibujar inmediatamente. Al poco tiempo empieza a escribir en francés y es traducida a ocho lenguas. Al igual que sus dibujos, es tímida y delicada, pero activa y creativa. En todos sus libros reencuentra a sus amigos, sus lugares y sus pasiones, como la danza y las muñecas que colecciona. Ha publicado en editorial Corimbo: En busca de tesoros (agotado) y ¿Hay osos en África?
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