EL ARTE DE VOLAR,
Antonio Altarriba (texto),
Kim (ilustraciones),
Alicante, Edicions de Ponent, 2009.
Rústica, 23,8 x 16,6 cm., 208 págs., 22 €.
ISBN: 978-84-96730-38-0
Novela gráfica
El arte de volar es una gran novela, en ella se narra de forma autobiográfica la vida de un hombre bueno que siempre deseó vivir mejor sin hacer daño a nadie, que le tocó vivir una época de grandes agitaciones y penalidades, que nunca entendió la falsedad o la deslealtad entre sus iguales y al que la vida lo fue zarandeando y quitando las ilusiones.
Es una obra escrita para jóvenes y adultos, pero sobre todo está dirigida a un público lector de novelas, a un lector formado para poder disfrutar de una trama que no sólo intenta entretener, sino hacernos reflexionar sobre los avatares de una vida en un periodo que abarca desde el año 1910 hasta el 2001.
La trama principal se desarrolla durante la instauración de la República, la última guerra civil española, el exilio y la España de Franco; nos recuerda la forma de vida de entonces y nos muestra una galería de personajes propios de ella, así veremos a personas avariciosas, inmorales, incultas, envidiosas, estafadoras…, frente a otras que ocultan sus verdaderas intenciones y viven su exilio interior; se distingue con claridad la diferencia entre vencidos y vencedores. No hay acritud ni ajuste de cuentas en la obra, sino reflejo de una realidad que existió.
El autor del texto, Antonio Altarriba, decidió narrar esta historia a partir de unos manuscritos que su padre, también llamado Antonio Altarriba, dejó escritos antes de suicidarse el 4 de mayo de 2001, tirándose al vacío desde el cuarto piso de la residencia de ancianos donde vivía.
Altarriba hijo, se siente deudor de su padre, y asume su identidad en el relato, aunando así al narrador y al protagonista del relato, adquiriendo la novela un tinte autobiográfico que la hace más realista y cercana a los lectores.
La escritura es muy literaria, perfectamente podía haber escrito la novela sin imágenes, sólo un texto narrativo, pero la apoyatura de la imagen y el complemento de los diálogos encerrados en los bocadillos no rebaja su calidad, sino que la complementa, encajando perfectamente el trabajo del escritor y del dibujante, cuyo resultado es esta novela gráfica de sumo interés.
La trama es compleja y se reparte en cuatro capítulos, uno por planta, aunque tiene un proemio que a modo de flash-back cinematográfico, nos narra el desenlace de la novela. Comienza el relato con una metáfora, Antonio Altarriba tardó 90 años en caer desde la cuarta planta, los mismos años que vivió; y como se suele decir, que al final de nuestros días recordaremos los pasajes más importantes de nuestra vida en un período muy breve de tiempo, eso es lo que hace el narrador, repasar sus vivencias.
El primer capítulo se recrea en sus primeros años en Peñaflor, lugar inhóspito, donde se siente fuera de lugar y al que está únicamente unido por su madre, en cuanto puede vuela del nido materno en busca de otro lugar donde poder vivir.
En el segundo, llega a la capital, Zaragoza, donde la vida le cambia rápidamente, como a muchos españoles, aquél 14 de abril en el que se proclama la República, tiene veintiún años y muchas ganas de transformar la sociedad, vuela hacia la libertad y el anarquismo, pero es de los que pierde la guerra, conoce el exilio, los campos de refugiados franceses, el trabajo mal pagado, la lucha contra los alemanes en Francia, donde vive clandestinamente, se busca la vida con el estraperlo…, hasta que decide volver a España y comenzar una nueva vida durante el franquismo. Todos estos azares le hacen ver que la camaradería, los ideales y las ganas de crear una sociedad mejor no están en la mente de algunos de sus compañeros de batallas, este vuelo, también se lo cortan las circunstancias y algunas de las personas en las que confía.
En el tercer capítulo, cuando cree que en su patria las cosas le irían mejor, se topa con la tristeza, el fraude, la mentira… de esa España gris y rancia que supuso el franquismo y que le recorta sus vuelos, ni siquiera su matrimonio le ayudó a remontar su existencia.
En la cuarta parte nuestro personaje vive en una residencia para ancianos, cada día que pasa su vuelo está más recortado, sus pocos amigos desaparecen, sus facultades se resienten, sus cuidadores… y decide volar hacia la libertad.
Es un texto desgarrador, que refleja perfectamente las funestas circunstancias que rodearon la vida de este hombre que no quiso más que perseguir unos ideales que lo hiciesen mejor persona a él y a sus coetáneos, para poder vivir en un mundo mejor y que vivió para comprobar que sus deseos son inalcanzables en nuestra sociedad, donde la mezquindad, la ruindad, la carencia de escrúpulos acompaña a los que social y económicamente triunfaron y triunfan.
Las imágenes son el complemento perfecto al texto, Kim sabe mezclar los distintos tipos de planos y el tamaño de las viñetas, agilizando el relato o ralentizándolo según avanza la historia. Sabe resolver con maestría los sucesivos saltos temporales y los sueños del protagonista, dejándonos claros los deseos de volar de Altarriba y sus frustraciones ante los acontecimientos adversos a sus ideales.
El registro gráfico es de gran realismo y muestra unos personajes totalmente creíbles, que se desenvuelven perfectamente tanto en las viñetas sin textos como en las que su abundancia apenas deja espacio para el dibujo.
Hay en la novela algunos guiños dirigidos hacia la literatura, así vemos imágenes que recrean ciertos personajes que conoce nuestro protagonista por boca de otro exiliado: Ulises, Elena de Troya, Don Quijote y Sancho, Frankenstein, y en su última época, un día lo vemos con un libro de Kafka en sus manos.
Reitero que es un buen libro y hago una recomendación, lean dos veces esta novela gráfica, le sacarán más partido, es como las buenas obras, cada vez que se vuelve a leer se encuentran nuevas aristas al tema.
Los autores
Antonio Altarriba (Zaragoza,1952) desde pequeño le gustó crear historias, por eso se pasaba las horas dibujando batallas. Es catedrático de literatura francesa en la Universidad del País Vasco. Le interesan por un lado los aspectos visuales y por otro las posibilidades narrativas de la imagen. También la literatura erótica. Sobre ello ha escrito artículos y libros como La España del tebeo o La paradoja del libertino. Guionista, es autor de álbumes de historieta como Amores locos o El brillo del gato negro y de series fotográficas recogidas en El elefante rubio o Vida salvaje. Como escritor de ficción ha publicado entre otros libros Cuerpos entretejidos y La memoria de la nieve, y ahora ve la luz El arte de volar.
Kim
Joaquim Aubert Puigarnau, más conocido por su nombre artístico de Kim (Barcelona, 1942) es un dibujante de historietas español. Estudió Bellas Artes y se interesó primero por la pintura. Publicó sus primeros cómics en la revista musical Vibraciones, bajo la influencia del cómic underground de Estados Unidos. Ha colaborado también con otras revistas, como Por Favor, Mata Ratos, Rambla, El Víbora y Makoki.
En 1977 inició su colaboración con el semanario humorístico El Jueves, del que fue miembro fundador. Para esta revista, la última superviviente del boom del cómic adulto, creó su serie Martínez el Facha, la cual ha aparecido ininterrumpidamente en las páginas de El Jueves desde su primer número hasta la actualidad. Esta sátira de la extrema derecha española ha sido recopilada en más de una veintena de álbumes. En 1995 fue galardonado con el Gran Premio del Salón del Cómic de Barcelona, y en 2007 con el Premi Internacional d'Humor Gat Perich. Su última obra es El arte de volar, guión de Antonio Altarriba, con la que, en palabras del teórico Antonio Martín se coloca "a la altura de los más grandes historietistas españoles".
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